NOTAS Y REFLEXIONES DE NUESTROS ACADÉMICOS
«De pumas y virus»
Desde mi montaña de Pirque
Por Francisco Gazitúa Costabal
Académico de Número
Academia Chilena de Bellas Artes
Estamos todos “En la casa”.
Toda la especie humana está como nosotros: “En su casa”
Con el dilema: Abismo de muerte o Portal de luz.
Con Ángela, mi esposa, optamos por la Luz.
Las calles están vacías en Chile y en todo el planeta, de día y de noche.
La maquina se detuvo, no totalmente.
En la noche de Santiago, (es noticia), Un Puma dejó su roca en las alturas de las Cordilleras del Monte San Ramón, bajó por la Quebrada de Macul, avanzó en silencio, muchos kilómetros a la manera de los felinos, haciendo círculos por calles, pasajes y avenidas sin semáforos…
El “Señor de Los Andes”, bajó del cerro y caminó en la noche
El puma, el más universal de los mamíferos de América, presente de Alaska a Tierra del Fuego, recuperó por una noche sus ”Dominios perdidos”, aquí en este pequeño valle del sur, ocupado por nuestra ciudad.
Por una noche mientras dormíamos fue:
“El guardián de nuestros sueños”
Esparció su mensaje, como una brisa a través de la obscuridad, directo a nuestro inconsciente colectivo, sin distinción de edad o genero, niños mujeres hombres ancianos…
Dormíamos en el nuevo escenario arquetípico de la peste, todos en estado de silencio, cobijados en el fondo más profundo en nuestra “Índole–animal”, devueltos a nuestro ser de origen.
Empujados por un microscópico virus que rayó para nosotros, una cancha desconocida y obligatoria, de inmovilidad, en que la economía no opera, donde el manejo del poder hace lo que puede, donde el tiempo dejo de ser oro, donde el único espacio coherente, es el que habíamos preparado, para un tiempo como hoy, con prolijidad, durante años, nuestros talleres, nuestra obra de artistas o científicos. Un lugar para nuestros seres queridos, el de nuestras casas, el de nuestra pieza y nuestra cama.
Vuelvo otra vez a la “Sombra del Puma” caminando en “Lo Propio” por las veredas de las avenidas de Santiago, “Sus dominios Perdidos”.
El Puma Kay-Pacha representa la fuerza de la vida en nuestra cultura Andina.
Cada paso del Puma por la ciudad repite su enseñanza: un llamado a nosotros, los académicos, artistas con más edad y experiencia, a recuperar también nuestros “Dominios Perdidos”. Recuperar, por consecuencia, el país que conocimos (Hoy sumido en estado de “Miseria cultural”)
Recuperar también como propia la actitud de los maestros y Facultades, “Naves flotando en cultura generada por sus tripulantes”, que nos hicieron como somos.
Hoy tenemos todo el tiempo, como el Puma, para intercambiar ideas, generar las condiciones y recuperar para Chile sus “Dominios Perdidos”