Lectura dramatizada “Largo Viaje de un Día hacia la Noche”
La Academia Chilena de Bellas Artes tiene el agrado de presentar la lectura dramatizada “Largo Viaje de un Día hacia la Noche”, de Eugene O´Neill, destacado dramaturgo norteamericano-irlandés y Premio Nobel. Este evento forma parte del proyecto “El Viaje”, programa que se encuentra desarrollando la Academia.
La presentación contará con la participación de los destacados actores nacionales, Académicos Ana Reeves y Ramón Núñez, Miembros de Número y Honorario respectivamente. Junto a ellos los jóvenes actores Cristóbal Fischer y José Miguel Donoso. La narración estará a cargo del actor Roberto Poblete.
Lectura dramatizada
LARGO VIAJE DE UN DÍA HACIA LA NOCHE
Es una obra de teatro del dramaturgo estadounidense Eugene O’Neill, escrita entre 1941 y 1942, estrenada en 1956, apenas tres años después de su muerte. Siendo la obra maestra del autor, se le considera como uno de los textos introductorios del teatro realista del siglo XIX
ARGUMENTO DE LA OBRA
Ambientada durante un día de verano de 1912 en el hogar de los Tyrone. La trama parte con Mary, la madre que ha regresado a casa tras un tratamiento por su adicción a la morfina y ahora se reencuentra con su marido James, un actor de teatro retirado, y sus dos hijos Jamie de 33 años y Edmund de 23. Conforme el día transcurre las esperanzas de los personajes parecen verse quebrantadas ante los problemas que enfrenta cada uno de los personajes y que los ha colocado en una descontento colectivo. Partiendo la preocupación de los miembros ante la salud de Edmund, para continuar con los resentimientos ocultos que se tienen padres e hijos. Las relaciones familiares no son sencillas y las rencillas y tensiones entre los miembros del clan se suceden a lo largo de la obra lo demuestran. Los cuales, en conjunto con un problema de adicción al alcohol y la morfina plantean un escenario desalentador en el que Mary parece no haber superado su adicción y lo que parece ser una sentencia de muerte para Edmund, quien al haber enfermado de tuberculosis, tal y como el padre de Mary, dudan que consiga mejorar.
PERSONAJES
Mary Tyrone: Es una mujer de 54 años de ascendencia irlandesa se caracteriza por su aspecto jovial y belleza que aun con los estragos de la edad y su padecimiento con la artritis parece conservar. Se reconoce como un personaje que resulta encantador y sencillo; sin embargo muestra igualmente una faceta de frustración por los sueños y planes de vida que no realizó- como el ser monja o pianista- al igual que se le observa cargar con un arrepentimiento por la concepción de Edmund tras haber perdido a otro hijo.
James Tyrone: Aparentando ser diez años más joven, y de apariencia igualmente atractiva. Suele vestir prendas gastadas que hacen alusión a su obsesión con cuidar su dinero de gastos que le resulten innecesarios o excesivos, y la cual ha adquirido dado a su vida antes de convertirse en actor. Pese a ser descrito como una persona de temperamento tranquilo tiene la tendencia a molestarse con facilidad cada que se le cuestiona sobre temas financieros, la bebida y sus hijo, de quien suele sentirse decepcionado.
James Jr Tyrone: Heredando la fisiología de su padre, pero sin parecerse en personalidad suele ser escrito como un hombre holgazán, incapaz de valerse completamente de sí mismo, y que además se muestra inconforme con su vida y hasta cierto punto abordado en el libro, envidiando lo que otros, especialmente su hermano son.
Edmund Tyrone: Parecido más a su madre, ha heredado sus rasgos alargados. Aun siendo diez años más joven que su hermano, su deteriorada salud lo ha hecho envejecer y le ha otorgado un aspecto enfermizo. Considerado un escritor se menciona en la obra la sensibilidad que tiene para observar el mundo y el cual parece también haberlo dotado de hasta cierto pesimismo que su familia detesta.
Cathleen: Empleada doméstica de la casa. Es descrita por Mary como una mujer parlanchina y estúpida,
EUGENE O’NEILL
Dramaturgo estadounidense. Premio Nobel de Literatura y cuatro veces ganador del Premio Pulitzer, una de ellas de modo póstumo.
Nació en Nueva York el 16 de octubre de 1888 y murió en Boston el 27 de noviembre de 1953.
Más que cualquier otro dramaturgo, O’Neill introdujo un realismo dramático que ya habían iniciado Antón Chéjov, Henrik Ibsen y August Strindberg en el teatro estadounidense. En general, sus obras cuentan con personajes que viven en los márgenes de la sociedad y que luchan por mantener sus esperanzas y aspiraciones, aunque suelen acabar desilusionados y cayendo en la desesperación. Explora las partes más sórdidas de la condición humana.
Su padre, James O’Neill, era un actor de teatro de origen irlandés que había crecido en medio de la pobreza más absoluta. Su madre, Ella Quinlan O’Neill, era la hija delicada, emocionalmente frágil, de un padre rico que había muerto cuando ella contaba solo con diecisiete años. La señora O’Neill nunca superó la muerte por sarampión a los dos años de su segundo hijo, Edmund, y se hizo adicta a la morfina tras el difícil nacimiento de Eugene O’Neill.
A pesar de que Eugene O’Neill nació en la habitación de un hotel de Broadway, en Nueva York, su infancia está íntimamente unida a New London en Connecticut. Su familia contaba con una propiedad en esa ciudad desde antes de que él naciera y antes de ir a vivir allí de modo definitivo era su residencia de verano. Debido a la profesión de su padre, pasó sus primeros años entre bastidores en los teatros y en los trenes en los que la familia se desplazaba de un lugar a otro. A los siete años, O’Neill fue enviado a un internado católico en el que encontró como único consuelo la lectura.
Tras suspender en la Universidad de Princeton, tuvo bastantes empleos precarios. Tuvo un empleo en una oficina de venta por correo, en la compañía de teatro de su padre, se trasladó a Honduras a buscar oro, pasó varios años como marinero, vivió en Buenos Aires y durante ese tiempo sufrió una depresión que lo empujó al alcoholismo. Sus padres, así como su hermano mayor Jamie (que bebió hasta morir a los cuarenta y cinco años), murieron en el plazo de tres años. Como forma de evasión, O’Neill se dedicó a escribir.
A la vez que se unía a una compañía de teatro de aficionados, los Provincetown Players, que llegó a representar alguna de sus primeras obras, O’Neill también obtuvo un empleo en el New London Telegraph de Connecticut, y escribió sus primeras siete u ocho obras. Decidió dedicarse a la escritura de obras de teatro a tiempo completo tras su experiencia en el Gaylord Farms Sanatorium, a donde había acudido tras contraer tuberculosis. Durante los años diez, O’Neill fue un habitual en la escena literaria de Greenwich Village, en donde se reunió con muchos amigos radicales, el más famoso de los cuales es John Reed, fundador del Partido Comunista de los Estados Unidos. O’Neill también mantuvo durante esa época un romance con la esposa de Reed, la escritora Louise Bryant. O’Neill fue interpretado por Jack Nicholson en la película de 1981 Reds, de Warren Beatty, sobre la vida de John Reed, en donde representa el anticomunismo y la sobriedad.
En 1914, año en que publicó Sed y otras obras en un acto, estudió dramática en Harvard.
En 1929 O’Neill se trasladó al Valle del Loira y pasó vivir en el castillo de Plessis, en Saint-Antoine-du-Rocher, Indre-et-Loire.
En 1937 se trasladó a Danville, en California, en donde vivió hasta 1944. Su casa, conocida como «Tao House», es hoy un museo, el Eugene O’Neill National Historic Site.
La primera representación de una obra de O’Neill, Más allá del horizonte, en Broadway en 1920, fue un éxito absoluto y le valió a O’Neill obtener el Premio Pulitzer. Sus obras más conocidas son Deseo bajo los olmos, Extraño interludio, con la que ganó el Pulitzer por tercera vez, A Electra le sienta bien el luto, en donde se nota la influencia del drama griego. El gran dios Brown, en donde un poeta y un racionalista se enfrentan, y su única comedia, Tierras vírgenes, una melancólica reescritura de la infancia que habría deseado tener. En 1936 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Tras una pausa de casi una década, O’Neill escribió la obra Llega el hombre de hielo, en 1946. El año siguiente, Una luna para el bastardo es un fracaso; solo será vista como su mejor obra diez años más tarde.
La actriz Carlotta Monterey fue la tercera esposa de O’Neill. A pesar de que durante los primeros años de matrimonio organizó su vida permitiendo que se consagrara a la literatura, se intoxicó más adelante con bromuro de potasio y las relaciones se deterioraron, lo que ocasionó un cierto número de separaciones. Sobre su esposa, O’Neill se quejaba de que no sabía cocinar, y aseguraba que lo único que esta sabía hacer era pan de maíz con chile (chili with cornbread).
En 1943 O’Neill desautorizó a su hija Oona, fruto de su segundo matrimonio con Agnes Bolton, por haberse casado el 16 de junio de 1943 con el cineasta Charles Chaplin cuando ella solo contaba 17 años y él tenía 54. Nunca la volvió a ver. A pesar de la diferencia de edad, tuvieron ocho hijos, entre ellos la conocida actriz Geraldine Chaplin.
También se tensaron las relaciones con sus hijos Eugene O’Neill Jr., un especialista en Letras Clásicas de Yale, alcohólico, que se suicidó en 1950 a los cuarenta años, y Shane O’Neill, adicto a la heroína, quien también se suicidó.
Tras haber padecido numerosos problemas de salud (entre ellos el alcoholismo) durante muchos años, O’Neill padeció también en sus últimos años la enfermedad de Parkinson, lo que le ocasionaba temblores en las manos que le impidieron escribir en sus diez últimos años de vida. Trató de dictar, pero le resultaba imposible escribir de ese modo.
O’Neill murió en un estado avanzado de la enfermedad de Parkinson en la habitación 401 del hotel Sheraton, de Boston, el 27 de noviembre de 1953, a los 65 años. El edificio ahora se ha transformado en un dormitorio del Shelton Hall de la Universidad de Boston. Fue enterrado en el Forest Hills Cemetery en Jamaica Plain, Massachusetts.
A pesar de que sus instrucciones escritas estipulaban que sus obras no debían publicarse hasta veinticinco años después de su muerte, en 1956 Carlotta ordenó su obra maestra autobiográfica, Largo viaje hacia la noche, sobre un día de la vida de una familia problemática, para que se publicara, lo que ocasionó la inmediata aclamación de la crítica y que hoy se considere su obra más completa. Otras obras publicadas póstumamente fueron Un toque de poeta (1958) y Más mansiones majestuosas en 1967. Con parte del dinero generado por estas obras, y siguiendo disposiciones testamentarias del propio O’Neill, quien deseaba mostrar su agradecimiento al país que le había concedido el Premio Nobel, se instituyó el Premio O’Neill, que es otorgado cada año por el Teatro Real Dramático (conocido como Dramaten) de Suecia.
GALARDONES
1920: Premio Pulitzer por Más allá del horizonte
1922: Premio Pulitzer por Anna Christie
1928: Premio Pulitzer por Extraño interludio
1936: Premio Nobel de Literatura
1957: Premio Pulitzer por Largo viaje hacia la noche.