Concierto: «El Arte de la Fuga» de J. S. Bach
La Academia Chilena de Bellas Artes presenta el concierto “El Arte de la Fuga” de Johann Sebastian Bach, interpretado en clavecín por Edgardo Campos-Seguel.
«El Arte de la Fuga», BWV 1080 es el último ejercicio de escritura musical de grandes proporciones realizado por Johann Sebastian Bach. De esta obra podemos decir que es una especie de tratado del arte del contrapunto, que encapsula la esencia de dicha técnica de creación musical y, además, permite una exploración profunda y sistemática del arte de la fuga, en el que Bach fue y seguirá siendo el Maestro. Si bien ha sido señalada en el pasado como una obra puramente teórica, intocable en nuestros tiempos, ya se le ha hecho justicia en señalar y demostrar su tremendo valor artístico musical, el que transporta un profundo contenido emocional y espiritual, mediante el goce y la contemplación.
Los precedentes del empleo de este tipo de técnicas composicionales se encuentran dos siglos antes de la escritura propuesta por Bach. Los Conľrapunľi y Ricercari desarrollados durante el renacimiento y el barroco temprano por compositores como Girolamo Frescobaldi, Giovanni Maria Trabaci o Dietrich Buxtehude (por citar a algunos de los más célebres) son los testimonios que fundan la ruta hacia el Arte de la Fuga. El término Conľrapunľo es un concepto general que engloba diversos tipos de formas de desarrollo, siendo el Ricercar la forma más cercana al arte imitativo de la Fuga, sin olvidar las distintas técnicas de Canon, que contribuyen al desarrollo de distintos tipos de ejercicios de contrapunto imitativo. En cuanto a los antecedentes teóricos que sentaron las bases de las técnicas del contrapunto, del canon y la fuga, podemos señalar claramente al teórico Gioseffo Zarlino del siglo XVI, quien plasma magistralmente las reglas para el desarrollo de estas técnicas, tanto en ejercicios de escritura, como en ejercicios de improvisación. La literatura tanto teórica, como práctica es muy vasta y podemos considerar a Bach como el punto de inflexión que filtra dos siglos de práctica del contrapunto.
La concepción de esta obra magna se inserta, entonces, en un tipo de tradición musical de la escritura, el que da origen a un micromundo. En dicho micromundo, Bach toma un “simple” tema, basado en un hexacordo modificado, y agrega nuevos motivos musicales que conforman tejidos en constante renovación, a medida en que la obra evoluciona.
Cada fuga y canon se desprende de este único tema musical simple. Aún con los antecedentes históricos anteriores a Bach, el Arte de la Fuga es pionero en cuanto a ofrecer un compendio de contrapuntos desarrollados desde un único y simple tema generador (esto podría constituir una especie de Capriccio -en el sentido usado por los compositores del siglo 17- en técnica y proezas compositivas). Dicha obra, se desarrolla, a través de 14 fugas y 4 cánones, con una sofisticación progresiva permitida gracias a la transmutación del tema generador. Lo anterior involucra técnicas de movimiento contrario, variación rítmica, aumentación o disminución de valores rítmicos con la inclusión de nuevos motivos musicales que se entretejen junto al tema motriz.
Bach expresa su pensamiento musical, a través de fugas simples, fugas dobles, una fuga triple, fugas en sľreľľo, fugas en espejo y cánones. El enfoque que Sebastián Bach otorga este tratado práctico del arte del contrapunto; invita a una profunda meditación por parte del intérprete y del oyente, pues desafía los límites de la composición musical y exige demandas técnicas y expresivas excepcionales al intérprete durante sus dos horas de ejecución, además, desafía la capacidad de concentración y abstracción del oyente. Nos topamos sin ninguna duda con una de las obras de arte más interesantes y grandiosas de la historia de la música escrita occidental.
Si bien es cierto que Die Kunsľ der Fuge (“El Arte de la Fuga”) admite creatividad y especulación, en cuanto a la variedad de instrumentación, se trata, más bien, de una obra maestra de la literatura manualiľer, es decir, para ser interpretada con las manos, mediante un instrumento de tecla. De acuerdo con lo anterior, numerosos estudios, dentro de ellos la tesis desarrollada por Gustav Lenhardt, han defendido y demostrado que corresponde a la última obra de Bach para clavecín. Es preciso señalar, que el clavecín constituye un fino instrumento musical; con su fragilidad, su sonido distintivo y su capacidad de expresar variaciones dinámicas muy delicadas, logra transparentar las texturas sonoras del contrapunto, lo que proporciona una perspectiva auditiva nítida sobre la conversación que se desarrolla entre las voces.
Considerando los antecedentes recientemente expuestos, «El Arte de la Fuga», tocada en clavecín, constituye un hito en el panorama musical chileno, pues rescata la tradición y el “espíritu” original de esta obra monumental.
La interpretación de esta obra por Edgardo Campos-Seguel en clavecín, promete ser una experiencia inolvidable, tanto para los aficionados a la música docta, como para aquellos que buscan descubrir o profundizar en particular la belleza y profundidad de la obra de Bach.
EDGARDO CAMPOS-SEGUEL
Intérprete
Edgardo Campos-Seguel se ha consolidado como un referente en el mundo de la música antigua e intérprete especializado de la obra de J.S. Bach. Su formación “no académica”, estuvo a cargo de determinados maestros y, posteriormente, una especialización en Francia, la que le permitió robustecer su experiencia con ensambles de música de cámara y sinfónica, contribuyendo a su reputación como un músico de excepcional versatilidad.
Su trayectoria internacional incluye colaboraciones en proyectos significativos como la integral de Cantatas de J.S. Bach en París y actuaciones junto a músicos europeos de renombre. En Chile, ha compartido escenario con virtuosos y jazzistas destacados, demostrando su habilidad para adaptarse y fusionar estilos.
La experiencia como organista y clavecinista en diferentes entornos, desde iglesias hasta salas de concierto, y la colaboración con una variedad de ensambles y solistas, lo han nutrido con una perspectiva única sobre la interpretación y la presentación de la música antigua. Su participación en proyectos internacionales y colaboraciones con músicos de renombre subraya su posición como un intérprete de calibre mundial.
Como luthier, Edgardo ha demostrado un compromiso profundo con la preservación y la promoción de los instrumentos históricos. Su experiencia en la construcción y restauración de instrumentos aporta una dimensión adicional a su interpretación, combinando conocimiento técnico con sensibilidad artística.
El concierto que se ofrecerá no es solo una presentación musical, es una celebración del arte musical en su forma más pura, es decir, una oportunidad para que el público chileno se conecte con la rica herencia de la música de J.S. Bach.