Entrega de los premios de la Academia
La Academia Chilena de Bellas Artes otorga anualmente cuatro premios, como una manera de ofrecer un reconocimiento público a personas que se hayan distinguido como creadores en los diversos espacios del hacer artístico, o a las instituciones e intérpretes que se han preocupado por dar a conocer, en Chile o en el extranjero, las creaciones de los artistas chilenos, facilitando así el conocimiento de sus obras.
Ceremonia presencial
Premio Academia
Abierto a cualquier especialidad artística
La Academia Chilena de Bellas Artes del Instituto de Chile, acordó otorgar el “Premio Academia” a la Sra. JOAN TURNER, bailarina, coreógrafa y maestra, por su aporte al desarrollo de la Danza desde su ingreso a este Arte en nuestro país, primero como bailarina formada en el Ballet de Kurt Jooss, integrada al Ballet de la Universidad de Chile y luego también como profesora en el Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Representación. Por su aporte a la Docencia y la formación de múltiples generaciones de artistas de la Danza que hoy son valores vigentes en nuestro país. Por su búsqueda e iniciativas constantes para hacer de la Danza un arte de acceso masivo, trabajando incansablemente por su difusión y creando instancias como la Escuela de Danza Infantil, el Ballet Popular y el Centro de Danza Espiral, espacio de alto desarrollo académico e ícono de la protección del desarrollo del Arte de la Danza.
MÁS DE JOAN TURNER
JOAN TURNER
Bailarina y activista política británica, nacionalizada chilena y reconocida por la Academia Chilena de Bellas Artes por su aporte a lo largo de toda su trayectoria en el desarrollo de la danza. En 2021 obtuvo el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.
Creó la Fundación Víctor Jara y ha desempeñado una importante labor universitaria y popular en la difusión de la danza en Chile. En 2009 recibió la nacionalidad chilena por gracia, en reconocimiento a su aporte a la cultura, su trayectoria humana y su lucha por la recuperación de la democracia tras la dictadura militar que rigió Chile entre 1973 y 1990.
Su interés por la danza despertó en julio de 1944, cuando su madre la llevó al Haymarket Theatre para ver la compañía de danza moderna Ballets Jooss; la coreografía La mesa verde de Kurt Jooss.
Al año siguiente Ballets Jooss regresó a Londres, Joan se escabulló en el teatro no solo para volver a ver la obra muchas veces, sino también para hablar con Kurt Jooss. Este le explicó que el Ballets había tenido que cerrar su escuela, pero que podía audicionar para él. Así lo hizo y Kurt le dijo que valdría la pena que se formara profesionalmente y que la veía en un futuro como parte de la compañía.
En 1947 ingresó a la recién abierta Escuela de Danza de Sigurd Leeder (discípulo de Rudolf von Laban al igual que Kurt Jooss), dejando de lado una beca para estudiar historia en la Universidad de Londres. Luego de tres años de estudio, ingresa en enero de 1951 al Ballets Jooss en Alemania, institución que le permitió recorrer gran parte de Europa; actuando en Alemania Occidental, Bélgica, Holanda, Suiza, Inglaterra, Escocia e Irlanda.
Es en la compañía donde conoce al coreógrafo, bailarín y actor chileno Patricio Bunster, con el cual contraerá matrimonio en octubre de 1953. Patricio viaja a Chile en marzo de 1954 y ella lo hace cuatro meses después.
En Chile ingresa por concurso al Ballet Nacional Chileno, donde ejercerá como bailarina y, posteriormente, coreógrafa. También ejercerá la docencia en la Universidad de Chile.
Tras el nacimiento de su hija Manuela (1960), la pareja se separó, y en segundas nupcias se casó con el joven director de teatro y luego cantante Víctor Jara. Su nuevo esposo tendrá una decisiva participación política, convirtiéndose su música en un símbolo del gobierno de Salvador Allende. Con Víctor tuvo a su segunda hija, Amanda.
Durante el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 Víctor Jara es detenido. Su cadáver es encontrado el día 19 de septiembre. Joan tuvo que efectuar el reconocimiento del cadáver, y tras el entierro debió partir al exilio a Gran Bretaña junto a sus dos hijas y regresó a Chile a mediados de los años 80. A su regreso, creó el Centro de Danza Espiral, clave en la formación de varias generaciones de bailarines y coreógrafos, y ha luchado constantemente por esclarecer la verdad del asesinato de su marido.
Durante su primera etapa en Chile creó el «Ballet Popular» con un grupo de bailarines profesionales del Ballet Nacional Chileno su misión era la difusión de la danza en poblaciones rurales del país.
A fines de la década de 1960 creó en la Universidad de Chile la carrera de Profesores de Danza Infantil.
En 1985 a su regreso del exilio junto con su exmarido Patricio Bunster funda el Centro de Danza Espiral, para formar monitores de danza de barrios populares.
En 1986 fundó el Grupo de Danza de la Universidad de Concepción.
En la Universidad de Chile ejerció como profesora en la Escuela de Teatro y la Escuela de Danza de los siguientes cátedras: Movimiento – Técnica Moderna – Eukinética – Coréutica.
En 1999 recibió el Premio de Danza de la Municipalidad de Santiago
En 2000 se le otorgó un reconocimiento de la Universidad de Chile por su trayectoria profesional y su aporte a la danza.
En 2004 en el Teatro Municipal de Santiago en el marco del Día Internacional de la Danza recibió una distinción por sus pares.
En 2016 recibe la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda.
En 2021 recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.
Premio Agustín Siré
Artes de la Representación y Audiovisuales
Por otra parte, el documentalista Sr. PATRICIO GUZMÁN será reconocido con el “Premio Agustín Siré” (Artes de la Representación y Audiovisuales), por el estreno de su última obra «La cordillera de los sueños». Este filme viene a conformar el brillante cierre de su trilogía sobre la memoria y reescritura histórica de Chile y la búsqueda trascendente de la dimensión humana, iniciada por «Nostalgias de la luz» (2010) y «El botón de nácar» (2014). Ellos coronan una obra cinematográfica que a lo largo de su trayectoria no ha dejado de escudriñar en los misterios y dolorosas evidencias de nuestra compleja historia, donde la intolerancia que nuestro país ha vivido, ha intentado acallar la permanente búsqueda de un camino colectivo de mayor igualdad y justicia. Esta obra se ha llevado a cabo con un tratamiento formal del montaje audiovisual de gran excelencia, que ha merecido importantes distinciones en festivales y en la crítica en todo el mundo. La Academia ha considerado, además, su estreno internacional, «La cordillera de los sueños», que ha obtenido importantes premios, como L’Oeil d’Or a Mejor Documental, Festival de Cine de Cannes, Francia, 2019.
MÁS DE PATRICIO GUZMÁN
PATRICIO GUZMÁN LOZANES
Director de cine chileno, creador de más de una veintena de películas, en su mayoría documentales.
En 1973 fue detenido luego del golpe de Estado en Chile. Consiguió partir al exilio y salvar el registro de la trilogía documental que lo hizo mundialmente reconocido: La batalla de Chile (1975-1979), que hablaba desde el triunfo del ex presidente Salvador Allende y la Unidad Popular, hasta los hechos que desencadenaron finalmente el golpe de Estado.
Desde entonces vive en el extranjero. Actualmente reside en Francia, desde donde ha realizado la mayoría de sus películas, incluidos sus más reconocidos documentales, entre ellos Chile, la memoria obstinada (1997), Nostalgia de la luz (2010) y El botón de nácar (2015). Su obra se extiende desde 1965 hasta la fecha, y ha sido galardonada con más de setenta premios en decenas de festivales internacionales.
Patricio Guzmán pertenece, según sus propias palabras, a «una familia muy nómada, muy desintegrada», y sobre sus años escolares, recuerda: «Por lo mismo me formé en varios colegios. Viví, incluso, un tiempo en Viña del Mar. Por lo tanto, no tuve una formación muy homogénea, como la que puede darse en un solo colegio o en un solo barrio. Esta especie de educación desarticulada terminó en el Instituto Nacional, donde cursé el cuarto año de humanidades [allí fue compañero del futuro escritor Antonio Skármeta]. Después fui a parar a una Academia Long Fellow, que recibía toda suerte de gente negada a los estudios. El ambiente era extraño y hasta medio siniestro. Aprobé, después, a duras penas el bachillerato e ingresé como alumno oyente a Historia y Geografía».
Estudió en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile (1960) y en las Facultades de Historia (1961) y Filosofía (1962-65), que tuvo que abandonar por razones económicas. Trabajó cuatro años en una oficina de publicidad, tiempo durante el que escribió «dos libros, un cuento y una novela», que él mismo calificó de «malos».
Sobre sus primeros pasos en el cine relata: «Lo cierto es que ese trabajo [en publicidad] no me apasionaba y comencé a hacer películas de 8 mm con otros dos amigos. Hicimos varias que nos sirvieron de aprendizaje y nos divertimos bastante. Cierto día mi mujer llevó esas películas al Fílmico para que les sacaran copias y Rafael Sánchez se interesó por ellas».
Empezó así a colaborar con el Instituto Fílmico de la Universidad Católica, que poco después le dio la posibilidad de rodar un cortometraje de 10 minutos titulado Viva la libertad y lo contrató como ayudante. Sin embargo, a raíz de algunas tensiones que surgieron luego de filmar Electroshow, decidió irse a estudiar al extranjero. Como no logró conseguir una beca, le propuso a su mujer vender todo lo que tenían y se compró un pasaje a España, donde comenzó a trabajar en una agencia publicitaria en Madrid mientras se preparaba para presentarse a la Escuela Oficial de Cinematografía, de la cual egresó en 1969 (se diplomó de director al año siguiente). Trabajó dos años en los Estudios Moro, de publicidad, uno de los más grandes de España.
En marzo de 1971, regresó en Chile y al año siguiente estrenó su primer largo documental, El primer año (sobre los doce meses iniciales del gobierno de Salvador Allende). El cineasta francés Chris Marker, que estaba de paso en Santiago cuando se estrenó el filme, le ofreció mostrarlo en Francia y Bélgica.
Este cineasta volvió a prestar una valiosa ayuda a Guzmán en 1973, cuando le proporcionó los rollos para filmar La batalla de Chile, una trilogía documental de cuatro horas y media sobre el último año de Allende. El rodaje de esa película se prolongó hasta el mismo 11 de septiembre, día del golpe de Estado que encabezó el general Augusto Pinochet.
Guzmán fue detenido. Con ayuda de su tío, quien guardó los rollos en un baúl como ellos mismos relatan en «Chile, la memoria obstinada» consiguió sacar de Chile los rollos de película, primero trasladándolos a Valparaíso para luego ser enviados en barco hasta Europa. Allí empezó a buscar, junto con Marker, los medios económicos para montarla. La ayuda llegó desde el Instituto Cubano de Cinematografía (ICAIC), que mantenía buenas relaciones con el cineasta francés: Guzmán partió entonces a La Habana, donde terminó el documental varios años más tarde.
La batalla de Chile está considerada por muchos críticos como el mejor documental chileno de todos los tiempos. Ganó seis grandes premios en Europa y en América Latina y fue distribuida en las salas comerciales de 35 países. La revista norteamericana Cineaste la definió como «uno de los diez mejores filmes políticos del mundo».
Guzmán siguió haciendo documentales en el exilio, en España y Francia. En 1987, realizó En nombre de Dios (Gran Premio, Florencia 1987), sobre la lucha de la Iglesia católica chilena en favor de los derechos humanos. Entre 1990 y 1992, dirigió La cruz del sur (Gran Premio, Marsella 1992), sobre la religiosidad popular en América Latina; y en 1995, Pueblo en vilo, sobre la memoria histórica de una aldea mexicana.
En 1997, el director presentó La memoria obstinada (Gran Premio, Florencia 97), sobre la amnesia política chilena. Luego siguieron La isla de Robinson Crusoe (1999), sobre la isla del mismo nombre, El caso Pinochet (2001), sobre el juicio contra el ex dictador en Londres (Gran Premio, Marsella 2001); Madrid (2002), sobre la capital de España, Salvador Allende (2004), Nostalgia de la luz (2010, premio al mejor documental europeo de ese año), El botón de nácar (2015, Oso de Plata al mejor guion en la Berlinale y el Premio Ecuménico de este festival).
Profesor, ha sido jurado en numerosos certámenes, y fundador del Festival de Documentales de Santiago (Fidocs), que ha dirigido y realizado con la ayuda de un grupo de jóvenes desde 1997. En 2013, donó 28 de sus películas a la Cineteca Nacional.
Patricio Guzmán vive en París con su esposa Renate Sachse, quien colabora en la escritura de sus proyectos. Es profesor de cine documental en algunas escuelas de Europa y América Latina.
Premio Marco Bontá
Artes Visuales
El “Premio Marco Bontá” (Artes Visuales), se otorgará al Sr. EDUARDO MARTÍNEZ BONATI, por su notable trayectoria atestiguada por una obra que se ha desplegado en distintos géneros de las artes visuales, como dibujo, grabado, pintura, y trabajos murales que proponen una innovadora integración a la arquitectura y la ciudad, como un ejemplar mural en Campus Antumapu de la Universidad de Chile, el paso nivel Santa Lucía, junto a los artistas Iván Vial y Carlos Ortúzar. Pero especialmente destacable su propuesta y realización de una gran participación de artistas en el edificio para UNCTAD III, actualmente Centro Cultural GAM, notable ejemplo de arte incorporado a la arquitectura.
La Academia recuerda también su docencia de la Cátedra de Grabado de la ex Facultad de Bellas Artes, donde dirigió un taller altamente innovador de la disciplina. Por otra parte, como pintor integró el Grupo Signo, que realizó una destacada presencia en España y Francia, apoyado por el reconocido crítico español José Moreno Galván.
La Academia reconoce, además, su destacada Dirección del Instituto de Arte Latinoamericano, organismo que cumplió una gran tarea de estudio y extensión de las artes visuales, divulgada por medio de conferencias, paneles temáticos, monografías y la prestigiada Revista Artes, bajo cuya dirección general estaban los museos MAC y MAPA, además de la Sala Universitaria en la Casa Central de la Universidad de Chile.
MÁS DE EDUARDO MARTÍNEZ BONATI
EDUARDO MARTÍNEZ BONATI
Artista de una notable trayectoria atestiguada por una obra que se ha desplegado en distintos géneros de las artes visuales. como dibujo, grabado, pintura, y trabajos murales que proponen una innovadora integración a la arquitectura y la ciudad, como un ejemplar mural en Campus Antumapu de la Universidad de Chile, el paso nivel Santa Lucía, junto a los artistas Iván Vial y Carlos Ortúzar. Pero especialmente destacable, haciendo este ejemplo ya merecedor de los más altos reconocimientos,su propuesta y realización de una gran participación de artistas en el edificio para UNCTAD III, actualmente Centro Cultural GAM, ejemplo más notable en el país de arte incorporado a la arquitectura.Pero además destacable por la actitud de Bonati, en cuanto convocar ampliamente a los artistas vivos más representativos del momento, un gesto generoso muy escaso que además llegó a convertir al edificio en un verdadero gran museo.
Como docente de la Cátedra de Grabado de la ex Facultad de Bellas Artes, dirigió un taller altamente innovador de la disciplina, de donde egresaro artistas como Eugenio Dittborn, Virginia Errázuriz, Patricia Israel. Y algunos que continuaron su carrera en Estados Unidos, como Víctor Femenías, Manuel Fuentes, Juan Gomez. Como pintor integró el Grupo Signo, que realizó una destacada presencia en España y Francia, apoyado por el reconocido crítico español José Moreno Galván. Fue además director del Instituto de Arte Latinoamericano, organismo que cumplió una destacada tarea de estudio y extensión de las artes visuales, divulgada por medio de conferencias, paneles temáticos, monografías y la prestigiada Revista Artes, bajo cuya dirección general estaban los museos MAC y MAPA, además de la Sala Universitaria en la Casa Central de la Universidad de Chile.
Exonerado en1974, cumplió su exilio en España donde fue acogido como profesor en la Universidad Complutense y donde obtuvo su doctorado. Finalmente, el Consejo de la Facultad de Artes lo propuso como Profesor Emérito, lo que fue aceptado por el Consejo Universitario.
Premio Domingo Santa Cruz
Artes Musicales
Finalmente, la Academia Chilena de Bellas Artes acordó otorgar el “Premio Domingo Santa Cruz” (Artes Musicales), al Sr. ALVARO GALLEGOS MARINO por su importantísimo aporte a la difusión de la música, particularmente de las creaciones de compositores chilenos de distintas generaciones, así como de los intérpretes nacionales. Su tarea ha sido desarrollada desde diferentes medios de difusión musical, particularmente de la Radio Beethoven donde realizó crítica musical, reseñas de obras, ofreciendo abundante e importante información de la vida musical del país. Esta intensa labor de difusión la realizó también en el extranjero, consiguiendo que numerosas obras, incluso sinfónicas de compositores chilenos se interpretaran en diversos países de América y Europa, especialmente. Así mismo, ha sido el impulsor de la edición de numerosos discos de autores nacionales, tanto en Chile como en el extranjero, siendo, además, autor de numerosas conferencias sobre la música en Chile, habiendo realizado numerosos escritos, incluso en la Revista Musical Chilena.
MÁS DE ÁLVARO GALLEGOS MARINO
ÁLVARO GALLEGOS MARINO
Periodista, crítico musical, investigador, productor de discos, yconferencista chileno.
De formación musical autodidacta, ha ejercido en medios impresos y digitales, como también en radio, siendo ejes de su trabajo la nueva música, la difusión de los compositores chilenos.
Trabajó en radios Beethoven y Futuro, y ha sido colaborador en La Tercera, cuerpo Vida Actual de El Mercurio, medios escritos de regiones y actualmente escribe sobre música en el portal de noticias deradio ADN.
Ha sido jurado del Premio Pulsar, del Concurso de Composición de la Orquesta Marga Marga, y del I Concurso de Composición de la Orquesta Sinfónica Municipal de Copiapó.
En 2016 fue el primer sudamericano en ser invitado a ser jurado del Premio Grawemeyer, considerado el más importante de composición a nivel mundial
Como productor discográfico llevó a cabo a la realización de dos discos para el sello Naxos grabados en Chile.
Ha incursionado en la composición con una treintena de obras de cámara y orquestales.