El castigo sin venganza
El castigo sin venganza es una obra teatral que Lope de Vega compuso en 1631, a la edad de 69 años. En esta tragedia, Lope narra la relación amorosa del Conde Federico con Casandra, la joven esposa de su padre, el Duque de Ferrara, y la respuesta de este cuando descubre el adulterio. El tema principal de esta pieza es el honor, que se manifiesta en el castigo que el Duque impone a los amantes ocultando la causa real (su deshonor) bajo una falsa causa política. Otros temas tratados en la obra son la relación casi incestuosa entre Federico y Casandra y el amor del Duque por su hijo. El argumento está inspirado en un hecho real ocurrido en Italia, como dice en los últimos versos el personaje de Batín, criado de Federico y gracioso de la obra.
Autor
Lope Félix de Vega Carpio (Madrid, 25 de noviembre de 1562– 27 de agosto de 1635) fue uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español y, por la extensión de su obra, uno de los autores más prolíficos de la literatura universal.
Lope de Vega renovó las fórmulas del teatro español en un momento en el que el teatro comenzaba a ser un fenómeno cultural de masas. Máximo exponente, junto a Tirso de Molina y Calderón de la Barca, del teatro barroco español, sus obras siguen representándose en la actualidad y constituyen una de las cotas más altas alcanzadas en la literatura y las artes españolas. Fue también uno de los grandes líricos de la lengua castellana y autor de varias novelas y obras narrativas largas en prosa y en verso.
La gran cantidad de obras también determina la variedad de los temas tratados en las mismas: el mundo religioso con relatos del Antiguo y Nuevo Testamento, vidas de santos y leyendas o tradiciones devotas; los temas pastoriles y caballerescos, argumentos extraídos de novelas orientales, italianas y españolas; hechos y personajes famosos de la Edad Media europea; sucesos famosos de la antigüedad, leyendas locales. Destacan especialmente los asuntos sacados de las viejas crónicas españolas y del romancero. Lope de Vega supo impregnar toda esta diversidad con la palabra y el espíritu de sus contemporáneos, acercándose a la sensibilidad del hombre de su tiempo en temas tan diversos.